jueves, 21 de abril de 2011

UN CRIMEN ATROZ



Un crimen atroz, una vergüenza para quienes dicen ser humanos, una bofetada a quienes de una u otra manera defienden mirando para otro lado, o les dan respaldo en diferentes niveles o auxilian en forma abierta a los miembros de las FARC, eso representa el acto barbárico del homicidio en persona protegida del Cabo y el soldado en Toledo Antioquia.

Ese acto nos recuerda que en ellos (todos los miembros de la narco’-guerrilla colombiana) no existe ningún límite en su infinita cobardía, en su crueldad, en su irrespeto, en su infinito desprecio a los colombianos, digo nos lo recuerda porque somos por característica ó conveniencia olvidadizos y ya no recordamos su historia manchada de sangre, como el asesinato de las monjas de Inza, el secuestro, asesinato, incineración y desaparición de cientos de colombianos en el palacio de justicia, la destrucción con cilindros bombas de cientos de poblaciones, los niños bomba, los animales bomba, el carro bomba del Nogal, los cientos de desaparecidos, despojados y asesinados de la zona de distención, el collar bomba en una carretera cundinamarquesa que desapareció una ama de casa y un policía antiexplosivos.

Ese acto nos debe indignar y crear el rechazo real y no mediático que nos imponen los medios y Oenegistas y áulicos del terror que a hoy ni siquiera se han pronunciado, no lo hacen ni por vergüenza, su desfachatez es de tal grado que los coloca al mismo nivel de los que jalaron el disparador y minaron los alrededores de donde abandonaron el cuerpo de esos heroicos colombianos, nos debe indignar como nos indignó el asesinato de la juez de Arauca, pero no, este INDIGNANTE y TERRORISTA hecho, no ha causado ese clamor, porque me pregunto? Si esos dos hombres hijos de esta patria uno llanero y otro valluno, no dejaron de ser colombianos y de los más humildes, pero en esta sociedad manejada por unos medios de ética sensacionalista, conveniente y política, el hecho de que esos colombianos llevaran el uniforme de la republica les da como la canción de Shakira, ceguera, sordera y un mutismo que trasluce su ética económica, política, conveniente, que no es recta, que no es igual, que estalla a conveniencia, una conveniencia cómplice.

Ciudadanos Colombianos USTEDES OPINAN.

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